Laura, la historia de un bello reto

La sesión del martes (10 de mayo), continuaba. Marcos (Marcos Varela Moure, varelamoure.com, corunnamodels.com) daba nuevas órdenes a su equipo de flashes, pantallas, luces y objetivos, mientras Laura Santianes, Laura se sentaba ante mí.

La imagen del maquillaje que quería hacer estaba clara como el agua en mi cabeza, tenía el visto bueno de Marcos, así que solo quedaba intentar hacerla realidad. La inspiración surgió del maquillaje tradicional japonés, que nunca, nunca dejará de fascinarme. Pero solo la inspiración, pues el colorido sería reducido a dos: blanco y negro, y las formas bruscamente interrumpidas.. Lo que estaba buscando era  el contraste entre una fuerza que al mismo tiempo se mostrase suave.

Todo maquillaje artístico es un reto  en si mismo, a la imaginación, al pulso y a la paciencia del equipo. En este caso el reto se multiplicó pues yo quería y necesitaba una piel pálida, y Laura era todo lo contrario. Laura es una mujer de raza, de larga melena negra que no deja de moverse, que no deja de acompañar sus expresivos movimientos; es inquieta, es vital, como sus enormes ojos, que parecen no dejar de buscar.

Y el reto era que esta morena mujer dejara de serlo por unas horas, bajarle el tono de la piel conservando la transparencia, conseguir dulcificar su expresión, transformarla, pero sin robarle su visceral belleza. Comenzaban casi dos horas de maquillaje facial y corporal. Me sorprendió su paciencia, su saber estar, a pesar de su juventud, Laura abandonó su propia piel para entregarse a mis pinceles y la cámara.

Antes de maquillar era imprescindible preparar la piel, dos prebases decolorantes fueron mis aliadas. Después vendría el maquillaje, la base, unos seis tonos por debajo de su color natural. Capa a capa su piel se aclaraba, la idea tomaba forma.

Negro carbón en el párpado superior, blanco en el inferior, y una sorpresa increíble, un maravilloso regalo: sus pestañas, las increíbles pestañas que apenas tuve que cubrir con una fina capa de máscara; nada de postizos, nada de retoques, lo que se ve es lo que hay, pura belleza.

Para los labios, el blanco, y la casualidad quiso que Laura llevase sus uñas de color, fantástico. Buscábamos un maquillaje que funcionase para blanco-negro y para color, motivo por el que decidí no aplicar ningún producto sobre sus mejillas, dejando que el experto objetivo de Marcos encontrase las sombras naturales en su rostro. Los polvos de arroz envolvieron cada centímetro, cubrieron cada poro, esparciendo lejanas esencias orientales al aire.

Primero el pelo suelto, liso, después una alta coleta. El trabajo culminaba con certeros disparos de una cámara que sabía dónde buscar, que capturaban esa fuerza cautiva que habíamos pretendido, mientras Laura construía poses casi imposibles, sin perder ni las ganas ni la sonrisa.

Qué magnífica tarde, qué magnífico trabajo de equipo, en el que, por supuesto incluyo a Cris (post anterior). Ambas bellezas, Cris y Laura, forman parte de Corunna Models (corunnamodels.com), y ha sido un placer trabajar con ellas, bajo la atenta mirada de  Marcos, un profesional capaz de dar órdenes sin que se note, de ser serio sin marcar distancia, de hacer su trabajo muy pero que muy bien. Gracias chicos, de todo corazón.