Es curioso como épocas tan agitadas y convulsas como la década de los 40 terminan por convertirse, con el paso del tiempo, en fuente inagotable de inspiración artística y, como no, en creación de mitos e iconos irrepetibles en la historia.
Las imágenes que os mostraré, increíbles fotografías de la bellísima Janis Villamar obra de Marcos Moure, son fruto de un pequeño viaje en el tiempo inspirado por el glamour de Hollywood de aquellos años, los años 40. Recrear su estética, incluso su acabado empolvado propio de cintas en blanco y negro ya maltrechas, resultó todo un desafío y un placer al mismo tiempo, mi parte, maquillaje, peinado y estilismo.
En el año 1946 se estrenaba Gilda, con una inimitable Rita Hayworth que marcaría un estilo de peinado único, lucido por estrellas como Veronica Lake y que nació con esas particulares ondas que cubrían casi la mitad del rostro. Se conocía como “peek a boo bang” y tuvo que dejar de ser usado de esa forma porque las mujeres de la calle querían ser así, como sus divas, y se cubrían uno de los ojos, pero estas mujeres trabajaban para el ejército fabricando armamento y debían tener la vista despejada, así que la Paramont retiró el cabello del rostro de sus actrices, dando como resultado las “ondas glam”. Esas ondas son las que lleva nuestra modelo, un peinado icónico, que refleja todo el sentir de una época.