El pasado 28 de julio Virginia y Juan celebraban una Boda increíble en el Parador de Santo Estevo (Orense). Y para ellos es este post. Cuando maquillo y peino a una de mis Novias, inevitablemente voy construyendo una historia, me dejo llevar por los centenares de sentimientos que flotan a su antojo y los atrapo para usarlos después. Este pequeño cuento de amor acompañado de grandes imágenes, es para ellos, para ti, mi Novia Virginia:
«Se me ocurre un lugar, para guardar tus ojos…
Pensar en el mundo es pensar en ti, en la luz del sol colándose entre las copas de los árboles. Verdes caminos para recordar el paso de nuestras manos entrelazadas, piedras en las que dejar grabados sueños posibles. A tu lado todo es posible. Perderse para saber el lugar, dejarse llevar.
Se me ocurre un lugar, para mirarte desde lejos, sin que me veas, para que puedas jugar, revoloteando entre telas y esperanzas. Sabré esperar, ese momento inquieto al que mi corazón no se acostumbra, ese instante en el que estás entre mis brazos, apoyando tu risa sobre mis latidos. Mientras el tiempo nos da una tregua, la vida se ríe cómplice y yo cierro los ojos para no olvidar. Siempre es nuevo, siempre como la primera vez. Entras y yo caigo, irremediablemente rendido, a tus pies.
Entre tanto encontraré el valor para pedir tu mano. Buscaré el momento de contarte que ya no hay duda alguna, mi alma es tuya. Esperanza y realidad se han unido y son mi vida, no tengo pensado alejarme. No quiero imaginar si no puedo imaginarte. No quiero sentir si no puedo sentirte. He aprendido a mirar, antes solo veía, ahora miro y me asombro, la belleza me rodea, porque te persigue, vives en ella.
Espero, quiero, siento, salto, vivo, muero, por ti muero. El sonido de una música lejana acuna mis sentidos, me despierta lento, me mantiene atento, para que pueda ser testigo de tus pensamientos. Ser testigo de tu vida, eso quiero. Quiero ser tu amigo, tu amante, tu compañero. Quiero sorprenderme alegre, quiero perder el sentido por completo. Dar vueltas al mundo, olvidar el destino, porque ya no importa, mientras tú estés conmigo. Salir a la calle y gritar muy alto, usar la libertad, de verdad, usarla a tu lado. Sentirnos dueños de cada uno de nuestros pasos. Quiero tu aroma, tus gestos y manías, quiero tu llanto y tu risa. Y quiero que me quieras, cada día. Asusta, lo sé, porque quererse de veras es el mayor acto de valentía.
Repíteme otra vez esas palabras. Quiero escucharlo de nuevo, que te quedas, que nos quedamos, que nos queremos. Mejor, no digas nada, mejor, un beso.»
Eva Villamar – Maquilladora y peinadora que escribe
Una Boda bonita para una pareja estupenda. Mi querida Virginia, mil gracias por todo, por tu confianza en mi trabajo, por permitirme darle forma a tu idea de maquillaje y peinado, por esa alegría que nunca te abandona, por estar rodeada de una familia estupenda, por todo. Gracias. Me guardo momentos como estos, como todos los vividos, desde nuestra primera conversación…
Los que cuidamos de vosotros (perdonad si olvido a alguien):
- Maquillaje y Peinado Novia (mi trabajo): Eva Villamar
- Maquillaje Novio y madre Novia (mi muy querida): Bysandrinelopez
- Fotografía (magnífica, magnífico): Pablo Laguía
- Vestido Novia (un sueño): José María Peiró
- Corona Novia (una joya): Martina Dorta
- Organización, decoración y ramo (un cuento y un hada): Minimú Atelier
- Lugar y segunda organización (un paraíso): Parador de Santo Estevo (Orense)