La serena belleza de Paloma, en el día de su Boda

Su pelirroja melena, su piel pecosa, su sonrisa serena, ella es Paloma y es maravillosa. Recuerdo sus ideas, el vestido increíble, piezas que se iban encontrando por separado, empezaban a encajar. Un maquillaje natural, luminoso, en armonía con sus propios colores. Y un peinado especial, rizos trabajados, mechón a mechón, trenzas entremezcladas. Un ramo delicioso, joyas familiares. Y su velo. Todo tenía sentido y era hermoso. Y al ver estas imágenes bellísimas (me ha costado un mundo elegir, todas son maravillosas) rememoro el día, el día de su Boda…

“Te he esperado tanto. Las imágenes se perdían en una especie de neblina y los días pasaban, sin más, pasaban. Te estaba esperando. Abrí los ojos y mi corazón, miré a través del cristal templado de la esperanza más serena, con la calma de saberse en el lugar adecuado. Tú.

Una pieza para completar un puzle, una risa en un rincón oscuro, una alegría en el alma, un giño cómplice. Un compañero. Tú. Caminar por el mismo sendero y verlo de nuevo, recién estrenado, matices, colores, olores, el mundo despierta y se despliega para mí, y soy yo quien se pierde extasiada entre tanta belleza.

Y te lo cuento, te cuento que cada día esconde una sorpresa, pequeña casi siempre, grandiosa algunas veces. Pero solo se ve con los ojos abiertos, en realidad, los ojos pueden ver cuando tienen ganas de mirar. Se mira cuando no se teme, no se teme cuando se ama.

Yo te amo. Tú también a mí. Es un milagro. Extender la mano y sentir la tuya, dejar caer la cabeza y encontrar tu pecho, permitirle a la risa salir sin reparos y escuchar el eco de la tuya cantado en una sola voz, sentir el paso del tiempo y entenderlo como hermoso y bueno.

Vivir es amar, amar es sentir, sentir es vivir. Un perfecto círculo que se abre y se cierra cada día, se alimenta, de ti, de mí, de los dos. De nuestras alegrías y desdichas, de nuestra gente y nuestra soledad, de nuestros aciertos y errores. El amor fluye ligero y nunca se cansa, mientras se le permita respirar.

Mientras se le permita la vida, el amor vivirá. Y yo quiero que viva para siempre. Hoy te lo voy a recordar, hoy me lo vas a susurrar. Que me quieres, que te quiero, y que apenas importa nada más. Que un escondite se vuelve inmenso e infinito se torna el tiempo, cuando en una mirada ves reflejado tu propio sentimiento, ese amor que llevas dentro, que de tan grande apenas cabe en el pecho.

Te estaba esperando, y estos nervios juguetones que ahora siento me lo confirman. Diremos sí, porque ya no hay otra manera posible de vivir. Juntos, todo encaja, por fin.”

Eva VillamarMaquilladora que escribe

Hermosa Paloma, gracias, por todo, y a esa madre maravillosa tuya le envío un abrazo. Conocerte y cuidarte, en la medida de mis posibilidades, ha sido un regalo. Ese pelo rojo en el que perderme, con tu permiso para crear, gracias. Pecas que dejamos a la luz, entre más luces, gracias de nuevo. Eres, repito, un regalo.

Cuidamos de ella:

Eva Villamar

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