Laura y su mágica Boda en el bosque

Se me ocurren muchas cosas que contar, tantas que no me llegan las teclas. Mi corazón va más rápido que mis manos y mis recuerdos quieren salir a volar. La boda de Laura… Laura es bonita, así de sencillo, es bonita. Recuerdo su sonrisa con toda su frescura. Recuerdo la primera vez que hablamos, sus palabras, y a día de hoy, después de tantos meses, sigo teniendo la misma sensación, la impresión de que nunca voy a verla enfadada. Seguro que puede, enfadarse, como todos, pero cuesta trabajo imaginar tanta dulzura teñida de gris. Porque Laura es ese tipo de personas que ha venido al mundo para pintarnos a los demás la vida de colores, para que se vea como ella, bonita. Y su gente lo sabe, sus amigas lo saben. Menudo momento más increíble se vivió en el Pazo de Sergude cuando esas grandes amigas suyas llegaron en tropel a la habitación, todas preciosas, todas contentas. Vieron a la Novia, a su amiga y se le echaron encima, sin reparos ni cuidado, se la comieron a cariños y besos, mientras cámaras silenciosas capturaban el momento. Yo me escondía en una esquina, como espectadora privilegiada conteniendo las emociones. Pero a pesar de esconderme no me salvé de mis dosis de mimos (lindas más que lindas todas). Recuerdo lo que pensé, sentada, contemplando a Laura, radiante, feliz, exultante, rodeada de tanto amor, por todas partes y de tanta gente. Si, recuerdo lo que pensé, “esto es la vida”. La vida es, por encima de todo, Amor. Y de Amor va esta historia…

… AMOR, que me lleva a no tener cordura, a perder las formas y los zapatos, a saltar sin miedo, porque no hay distancia que asuste, porque la red eres tú, porque mi corazón ha crecido, es fuerte y grande, puede con todo, puede contigo y conmigo, puede con la vida. Amor, sin condiciones, sin pretensiones, porque te quiero como eres, de la cabeza a los pies, esa cabeza loca me que sabe sacar de mis casillas y esos pies congelados que pegas a mis piernas en invierno. Amor, libre, como tú, y yo te quiero libre, como te conocí, saltando por entre los rincones de las noches, colándote entre los esquinas de las madrugadas, descubriendo el mundo cada mañana como si lo vieras por primera vez. Amor, tranquilo, seguro, porque no hay nada más seguro que lo que no se sujeta, como tus brazos dibujando nubes en el cielo estrellado, como tu risa sonando atrevida en medio del silencio. Amor, del que siento cada vez que entro en casa y respiro tu aroma, la soledad se escapa y ya no necesito más, solo saber que estás, que has estado y estarás. Desde siempre, desde el día en el que pensé que enamorarse era posible, que no podía ser tan complicado, que solo se trataba de abrir bien los ojos para dejarse mirar, para que pudiéramos vernos al mismo tiempo. Desde siempre, desde que te imaginé, imposible describirte, eras un sueño, una idea, eras tú…

… AMOR, si quiero, confesarte al oído mis pecados más perversos, esos en los que tú eres el centro de mi pensamiento. Amor, el que hoy te prometo, sin esfuerzo, sabes que no miento, no puedo jurar lo que no siento. Amor, amor mío, quiero, claro que quiero. Porque este mundo está demasiado loco como para seguir cuerdos, la tontería más grande sería no estar aquí en este momento, mirándote, perdiendo el sentido y la cabeza por las ganas de devorarte a besos. Y dejar que el tiempo pase, que nos vuelva viejos, muy viejos, cogidos de la mano o enfadados, pero a mi lado, a tu lado. Prometo perseguir la luna si hace falta para devolverte la sonrisa si te falla. Prometo levantarme por los dos si te abandonan las ganas. Prometo luchar y no perder nunca la esperanza. Prometo sentir como siento, a cada momento. A cambio solo quiero que me regales lo que eres, lo que respiras, lo que grita cada poro de tu piel. Vida, eres vida, cada día, sin sentido, sin orden ni concierto, sin motivo. Eres vida que se agarra a mi pecho y me da valor para vivirla. Eres vida y me iluminas, me alimentas y me acunas. No quiero más, porque no necesito más que saberte cerca. La fortuna de habernos encontrado es el tesoro más preciado. Y para siempre protegeré cada esquina de tu piel, cada rincón de tu corazón, lo protegeré porque es nuestra casa. Sencillamente, si …

Eva Villamar

Con todo mi cariño, hermosa Laura, gracias por cruzarte en mi camino, gracias por dejarme estar, por poder maquillarte y por darme libertad para estas letras. ¡Eres luz!

Y, los que hicimos todo lo posible por hacerla feliz (perdonad si me dejo alguien):

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Eva Villamar

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