Desde que recibí las fotografías de la Boda de Vanessa y David me han estado ardiendo los dedos por escribir su historia y por mostraros estas bellas imágenes, además tengo la suerte de contar con fotografías de la Preboda, la Boda y la Postboda, es decir, la historia completa. Pero he de confesar que, desde que la conocí, una personita me robó el corazón, fue mi ayudante personal, como veréis a continuación en una instantánea que me tiene enamorada, pero, sobre todo, fue la princesa del cuento. Y mientras yo terminaba de maquillar a su madre, ella totalmente quieta y atenta sujetaba la polvera, eso si, con la condición previamente pactada, de ser acariciada por el pincel de colorete rosa, como mamá, y de brillo para su boquita, rosa, por supuesto. Me la como, os juro que me la como. Mirad su carita, por favor (gracias Marco por captar este instante). Os la enseño y ahora os cuento el resto:
Se nota, al instante, la complicidad existente, las miradas que hablan sin palabras, se nota. Son Bodas diferentes, son nervios distintos. En realidad los «te quiero» ya se han dicho y se han demostrado, tienen forma de gesto cotidiano, de abrazo cercano, son presencia constante, son verdad. Porque hace tiempo que han salido del papel para darle forma a la vida. Una vida construida desde la realidad sin abandonar nunca el cosquilleo en la barriga, ni las ganas de seguir queriendo, de seguir creciendo, juntos y más que juntos. Llegó ella, su princesita, para llenar la casa de risas y sueños, sueños nuevos, de esos que enternecen el alma más dura porque son sinceros. Y se nota, que no son novios nuevos, que ya se saben las manías y los gestos, que se conocen los rincones de la casa y de la piel, que se entienden y que sienten. Y se nota, que quieren más. Es el momento de la Boda, porque si, porque nadie obliga, porque no es importante y es lo más grande.
Ahora que ya está todo encaminado, ahora que todo puede torcerse, ahora toca celebrar que seguimos juntos porque si. Porque tu volverías a fijarte en mis ojos y yo volvería a perderme en tu sonrisa, una y mil veces. Porque el pasado sin ti parece pertenecer a otra persona, pero ya no es mío. Porque mi presente es cada día vivido, vivido contigo. Porque ya somos más que dos. La princesa. Y todo tiene sentido, sin tenerlo. Encajan las piezas sin esfuerzo. Te miro y me veo. Me miras y me pierdo. Me pierdo para saber dónde estoy y lo que quiero. A ti, a ti te quiero. Ahora, antes, desde siempre y para siempre. Es el momento. Vamos a contarlo, vamos a gritarlo, casémonos.
Nos vestiremos de gala, nos lo merecemos, mil botones, una corbata, maquillaje, flores, tacones, risas, ilusiones. Nos miraremos de nuevo, como nunca antes, tendrás que esperar, tendré que esperarte. Volverás a conquistarme. Esta vez con testigos, amigos, familiares, son los mismo, son nuestra gente, es nuestro día, el de los tres, nuestra familia.
¿Te has fijado? Tenemos el cuento terminado, castillo , reyes y princesa, amor a raudales y tiempo para ver pasar la vida cogidos de la mano. No me sueltes, pase lo que pase, quiero seguir a tu lado.
Eva Villamar – Maquilladora Profesional
Gracias, pareja, por todo, por abrirme la puerta de vuestra casa y de vuestra vida para verla de cerca y llevarme un trocito conmigo. Vanessa, hermosa, qué puedo decir, qué ocuparme de ti fue un regalo, tu belleza serena, tu corazón limpio, tus ojos. Y esa princesita! Inolvidable. Felicidad eterna familia!
- Maquillaje y Peinado míos: Eva Villamar
- Fotografía: Pombo Fotógrafo
- Vestido Novia: Crevel Novias
- Ramo: Flores Dans